El segundo intento del lanzamiento del primer cohete español, el Miura 1, terminó por la puerta grande. Así que conseguí llegar hasta la cuenta atrás y completarla, después de que el jefe de lanzamiento Raúl Torres (uno de los creadores de PLD Space y diseñador del ‘morlaco’) dirá la orden de encendido, no sucedió nada. Al menos, no pasó lo que se esperaba, que era que el primer cohete ‘made in Spain’ elevara 150 kilómetros sobrio nuestras cabezas en una trayectoria parabólica de 12 minutos de duración para acabar realizando un amerizaje sobrio el Océano Atlántico. Por el contrario, el cohete se quedó quieto sobre la plataforma de lanzamiento, e incluso se pudo ver algunas lamas saliendo de la parte inferior. “¡Abortamos! », probablemente Torres, aunque al parecer se hizo de forma automática. El equipo de seguridad se activaron y acabaron con cualquier conato de poder ver en la madrugada de este sábado al Miura 1 totalmente envuelto en llamas.
La intención es que este sea un microlanzador de 12 metros, 0,7 metros de diámetro y capacidad de carga de 100 kilos demustre que PLD Space cuenta con la tecnología para lanzar objetos (sobre todo pequeños satélites) al espacio y recuperar su cohete. Al menos el 60% de sus componentes que, tal y como afirma la compañía, podrán recogerse tras el amerizaje en el mar, guiados por enormes paracaídas. Algo parecido a los famosos Falcon de Elon Musk, tan bien con un diseñador algo más rudimentario y un sistema para regresar menos llamativo. La intención de esta empresa con sede en Elche (Alicante) es entrar en el mercado de los satélites, un sector que ha generado en total 300.000 millones de euros. También prestará servicio a la ciencia, albergando en su interior diferentes experimentos de microgravedad. Pero, primero, debe pasar esta prueba de fuego.
Más semejanzas con Musk
No es la única de las semejanzas entre los creadores de PLD Space y el dueño de SpaceX. Así que Raúl Verdú, cofundador de la empresa, mantiene un perfil más bajo, Raúl Torres, el otro ‘cabeza’ principal del proyecto, muestra muy activo en redes sociales (sobre todo la que pertenece a Elon Musk), tuiteando cada uno de las novedades, incluso antes que la propia cuenta de su compañía, que reproduzca sus mensajes. Así, el mundo se enteró de que fue el viento el culpable de la cancelación de la primera prueba, de que el pasado fin de semana la climatología adversa tampoco permitió el despegue y de cada uno de los pasos de esta segunda prueba desde El Arenosillo.
También dio la parte de la cancelación del segundo intento por la misma vía: «Hemos tenido un Abort automático debido a la NO liberación de los umbilicales de aviónica, el resto estaban libres y el motor a push nominal. 0.25 segundos de margen. #MIURA1 is safe and sound. Analizamos los datos para disponer de más información”, tuiteaba.
Un par de horas antes, también desde la plataforma del pájaro azul, Torres explicó las medidas de seguridad en la zona, tanto aéreas como marítimas, y observe sobre los lugares en los que los curiosos y aficionados podrían ver el evento, no más cerca de la playa del Parador de Mazagón, a 50 kilómetros en línea recta del lugar de lanzamiento. «Es muy importante que se colabore con las fueras y cuerpos de seguridad que formarán parte del dispositivo, especialmente en la zona de playa», pedía tras el anuncio, que se llevaba a cabo tan solo cinco horas antes del comienzo de la ventana de lanzamiento , que iba desde la 1 de la madrugada del sábado hasta las 10 de la mañana del mismo día.
El lenguaje del relativo “éxito”
No acaban ahí las similitudes con el polémico Musk. También comparten un ‘lenguaje’ similar. «En este vuelo experimental nuestra definición de éxito es que el cohete se aleje lo máximo de la plataforma de lanzamiento», señalaban. “Somos conscientes de que un día de hoy ya supone todo un logro para nosotros, la industria y toda España poder colocar Miura 1 en la rampa de despegue, y cada segundo que esté en el aire es aprendizaje y datos para el desarrollo de Miura 5”.
Unas palabras que suenan muy parecidas a las que suelen pronunciar el jefe de SpaceX antes de sus famosas pruebas, que acostumbran a explotar o acabar entre lamas (la última vez hace un mes, en el sonado test de su megacohete Starship). Su lema, ‘quivocarse rápido, aprender más rápido’, puede que también sirva en esta ocasión.
De ocurrir, tampoco sería la primera explosión para PLD Space. En 2019, durante una de las pruebas del motor Teprel-B, alimentado con queroseno y oxígeno líquido, la pieza terminó en lamas, teniendo en cuenta que replantear todo su diseño. Este episodio ocurrió en un momento de inflexión de la empresa, que estaba inmersa también en una crisis empresarial. Al momento, apareció Ezequiel Sánchez, actual presidente ejecutivo de la empresa y tercera cabeza visible de PLD Space, quien, a pesar de no contar con experiencia en el sector, no dudó en embarcarse en él.
Todo lo aprendido con Miura 1, incluidos los datos recogidos en el lanzamiento fallido de este sábado, serviá para construir y probar pronto el Miura 5, un cohete muy parecido pero el triple de grande, “como un edificio de diez pisos”, afirman. Miura 5 transportará cargas de hasta 450 kilos ampliables hasta la tonada y llevará a cabo sus primeros vuelos en 2024, tan conocido objectivo es realizar lanzamientos comerciales desde 2025 y que despegue hasta cuatro veces en un año para 2026. Pero, primero, Miura 1 Tendrá que surcar los cielos de Huelva y demostrar que el Espacio PLD está preparado para que su bravo cohete despegue de tierra.