El número de personas fallecidas por sobredosis en EE.UU. a causa del fentanilo y de otros estimulantes se ha multiplicado por más de 50 desde 2010, del 0,6% (235 muertes) en 2010 al 32,3% (34.429 muertes) en 2021.
La investigación que se publica en la revista ‘Addiction‘ confirma que la llamada epidemia silenciosa del fentanilo continúa arrasando en América del Norte. Se trata de una droga 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más potente que la morfina que se ha convertido en una sustancia presente en el día a día de muchos ciudadanos consumidos por la dependencia que puede llegar a generar.
De acuerdo con el último Informe Mundial sobre Drogas 2023 elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), este opiáceo sintético «ha modificado radicalmente el consumo de opioides en América del Norte». En 2021, la mayoría de las muertes por sobredosis en Norteamérica se atribuyen a esa droga, cuya producción podría aumentar.
Por eso las autoridades de EE.UU. ya hablan de la «cuarta ola« de la prolongada crisis de sobredosis de opioides, cuyo número de muertos sigue aumentando vertiginosamente.
«Estamos viendo que el uso de fentanilo junto con estimulantes se está convirtiendo rápidamente en la fuerza dominante en la crisis de sobredosis en EE.UU.», señala el autor principal Joseph Friedman, investigador de la Facultad de Medicina David Geffen de la Universidad de California-Los Ángeles UCLA.
Explica Friedman que el fentanilo ha provocado una crisis de sobredosis de múltiples sustancia; «muchas personas mezclan el fentanilo con otras drogas, como estimulantes, pero también con otras sustancias sintéticas, lo que plantea muchos riesgos para la salud y nuevos desafíos para los proveedores de atención médica».
Además, añade, mientras que disponemos de datos y experiencia médica sobre el tratamiento de los trastornos por consumo de opioides, «tenemos poca experiencia con la combinación de opioides y estimulantes juntos, o con opioides mezclados con otras drogas. Esto hace que sea difícil estabilizar médicamente a las personas que están dejando de consumir múltiples sustancias».
El análisis ilustra cómo la crisis de opioides en EE.UU. comenzó con un aumento de las muertes por opioides recetados (primera ola) a principios de la década de 2000 y por heroína (segunda ola) en 2010. Alrededor de 2013, un aumento de las sobredosis de fentanilo marcó la tercera ola. La cuarta ola (sobredosis de fentanilo con estimulantes) comenzó en 2015 y continúa subiendo.
Para complicar aún más las cosas, las personas que consumen múltiples sustancias también pueden tener un mayor riesgo de sobredosis, y muchas sustancias que se mezclan con fentanilo no responden a la naloxona, el antídoto contra una sobredosis de opioides.
Los autores también han visto que las muertes por sobredosis de fentanilo/estimulantes afectan desproporcionadamente a las comunidades de minorías raciales/étnicas en los EE. UU.