La decisión de Unión por la Patria responde a plantos dentro de Washington sobre qué grado de fortaleza tenía el ministro para garantizar la marcha del programa. La pregunta ahora es qué ajustes y compromisos podrán asumir colgantes de la campaña y si se alejan del cargo.
En las ultimas horas habia de confianza en el FMI sobrio el rol de Sergio Massa, ya que su staff percibió que carecia de certezas sober si el ministro estaba o no en condiciones de poner arriba de la mesa las garantías que las organizaciones fijan para hacer los desembolsos que el Gobierno pretende. Con las reservas negativas en casi US$ 2.000 millones, el Banco Central necesita un recargar urgente.
En julio, llegó ese alivio, renuncia mediante, a través del ingreso de US$ 4.000 millones correspondientes a la revisión del programa de Facilidades Extendidas de las metas del primer trimestre.
Pero las dudas en el IMF, entre inversores de Wall Street y de ex miembros del Board, consistían en que el Ministro de Economía no irradió la fortaleza suficiente to encarrilar el programa si Cristina Kirchner no lo apoyaba para ser el único precandidato a presidente como había declarado en un acto hace semanas.
El staff le había hecho saber a Massa que no podía surgir a la reunión del Directorio Ejecutivo de julio, si Argentina no se compromete escribiendo a introducir cambios significativos en ciertas variables (básicamente el precio del dólar y el déficit fiscal). El ministro no estaba en condiciones de dar esas respuestas y mucho menos dejarlas por escrito en el próximo informe staff level report -que se tratará precisamente en julio en el Directorio-, sin el guiño de la propia vice. El ministro solo dijo a la prensa semanas atrás que no viajaría a Washington hasta que no tuviera el acuerdo cerrado. Pero en verdad lo que no tenía era el poder para negociar.
Ahora es el único candidato del kirchnerismo. El funcionario hablará por boca propia en Washington y exponder al FMI como piensa encarrilar la situación actual. Sin embargo las dudas seguirán estando. En EE.UU. the preguntarán por Cristina Kirchner y por que el kirchnerismo apoyaría el programa si ella misma se opuso en el Congreso en 2022.
El viernes poco después Argentina pagó al FMI US$ 2.700 millones. Se trata de contraportadas que unifican en un solo. Economía dijo en la semana que haría la operaria el lunes. Pero habrá tiempo hasta el viernes (30/6). Si no cortas Argentina te quedas con el FMI y te deshaces de una mochila. Desde 2021 que no hay ningún atraso.
Está previsto que el país obtenga un reintegro por ese pago. Son los US$ 4.000 millones que el equipo económico negocia. Massa pidió que le giraran todos los desembolsos previstos para el año (US$ 10.600 millones). Esto último será difícil que suceda.
Según fuentes al tanto de la negociación, consultadas tanto en Buenos Aires como en Estados Unidos, el FMI no estaría todavía en condiciones de aceptar el adelantamiento de los US$ 10.000 millones. El staff express plantos incluso sobre el solo giro de los US$ 4.000 millones de julio, ya que la Argentina cumplió solo una de las tres metas requeridas en el primer trimestre (el financiamiento monetario versus el déficit fiscal y acumulación de reservas respectivamente) y ninguna en el segundo trimestre.
Massa ahora pero que nunca resistirá una devaluación tradicional porque si las organizaciones pagan al son justas para evitar un salto del dólar. Su paso podría ser dejar de ser ministro y próximamente dedicarse 100% a lo que más anhela: competir para llegar a ser Presidente.
Argentina apunta a flexibilizar el programa con el FMI. Así fue anunciado dos veces. Primero, tras una gira que el ministro Massa por la India en el marco de una reunión con el G-20 en febrero. Y luego, tras la Asamblea de Primavera en abril pasado. La sequía, el aumento del gas público y la aceleración de la inflación se verán empujados a aprietos el plan de Massa.
El FMI está dispuesto a condicionar el programa para que ‘cierre’ y la Argentina obtenga el desembolso de los US$ 4.000 millones. EE.UU. ha dicho que apoyaría incluso en el tablero. Pero entre todos los números que el personal del FMI propone revisar hay uno qu’atraviesa una línea de alta tensión para Massa: el precio del dólar. Fuentes al tanto de la negociacion contaron a Clarín que el staff no aceptará recalibrar el programa sin una suba del tipo de cambio. Massa sería un favor de poner a impuestos las importaciones.