Una trágica cadena de explosiones en un taller y una gasolinera se ha saldado con más de tres decenas de fallecidos y casi un centenar de heridos en la región rusa de Daguestán. Las ondas expansivas no solo han destruido la estación de servicio, sino que también han alcanzado a un hotel y decenas de viviendas más. Esta república rusa, una de las provincias más pobres y también uno de los principales caladeros de reclutas para la invasión de Ucrania, vive pendiente de un drama que podría aumentar en las próximas horas por el estado crítico de varias víctimas.
El último parte facilitado por las autoridades locales el mediodía del martes recogía que en el desastre perdieron la vida al menos 35 personas y otras 80 más habían resultado heridas. De estas, 65 víctimas habían sido hospitalizadas, 11 en estado grave.
El suceso ocurrió la noche del lunes en el asentamiento de Novokuli, a las afueras de Majachkalá, la capital de esta región del Cáucaso. La causa de la tragedia aún no ha sido determinada, pero los indicios apuntan a que se produjo una primera explosión de una bombona de gas en un taller de coches situado junto a la gasolinera y esta provocó la detonación de dos de los ocho depósitos de combustible de la estación de servicio.
El gobernador de la región, Serguéi Mélikov, ha responsabilizado a los trabajadores del taller. “Creo que ante todo están la codicia y la avaricia. Aquel momento en el que las personas intentan saltarse todas las medidas de seguridad para obtener un pequeño beneficio”, ha manifestado durante una reunión en la que ha criticado que el establecimiento donde se produjo la primera explosión y la gasolinera estuvieran “a apenas cinco metros de distancia”.
“Trabajar en un taller implica soldadura y chispas, y la estación de servicio implica almacenar líquidos y gases inflamables”, ha recalcado Mélikov durante el extracto de la reunión que ha publicado su gobierno.
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El propietario del taller, Ruslán Saidajmétov, ha sido una de las víctimas del incidente. Según el canal de noticias Mash, ha sufrido lesiones en la cabeza y el tórax. El medio agrega que Saidajmétov habría alquilado el local a otra persona, Eldar Nasruliyev, quien según sus fuentes almacenaba allí alrededor de un centenar de kilos de fertilizantes compuestos por nitratos, siendo una sustancia altamente volátil.
La Fiscalía daguestaní ha ordenado abrir una investigación sobre la legalidad de las instalaciones y el Comité de Investigación, un órgano que asume funciones de la policía y de la fiscalía, ha abierto un caso penal bajo el presunto delito de prestar servicios que no cumplen los requisitos para garantizar la vida y salud de los consumidores.
Un corresponsal de la agencia de noticias TASS ha explicado que la explosión se escuchó en Majachkalá. Unas 40 viviendas resultaron dañadas y, en redes sociales como Telegram, se han publicado imágenes de cristales y otros fragmentos hallados en el interior de casas situadas a más de 150 metros de distancia. Según las autoridades, no se han detectado niveles de contaminación excesivos en el aire.
Las autoridades regionales han prometido una compensación de un millón de rublos, algo más de 10.000 euros, a las familias de las víctimas, y han declarado un día de luto en la república, pendiente aún de la evolución de los más afectados. Al menos 16 niños han resultado heridos en el suceso. El Ministerio de Emergencias ruso envió un avión de transporte Il-76 al lugar para trasladar a los heridos más graves a hospitales mejor preparados.
El Kremlin ha publicado por su parte un escueto comunicado de duelo por las víctimas. “Vladímir Putin ha expresado sus más sinceras condolencias a las familias y amigos de los fallecidos en la explosión en una gasolinera en Majachkalá, y ha deseado una pronta recuperación a las víctimas”, recoge el mensaje presidencial.
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