La deuda mundial descendió por segundo año consecutivo, pese a que se mantiene por encima de niveles prepandemia, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). En el año 2022, el déficit total se situó en el 238% del Producto Interior Bruto (PIB), es decir, nueve puntos porcentuales más que en 2019.
Pese al repunte del crecimiento económico a partir del 2020, año de la pandemia, y de una inflación muy por encima de los niveles previstos, la deuda pública se mantuvo muy alta. Los déficits fiscales mantuvieron elevada la deuda, debido a que gastaron más con el fin de impulsar y reavivar el crecimiento y responder a la subida del precio de los alimentos y de la energía, incluso cuando se terminaron las ayudas fiscales con motivo del coronavirus.
Por un lado, la deuda pública descendió en sólo ocho puntos porcentuales del PIB desde 2020, compensando de esta manera, sólo la mitad del incremento relacionado con niveles de pandemia. Por otro lado, la privada, que es aquella que incluye la deuda de los hogares y de las empresas no financieras, disminuyó a un ritmo más acelerado, descendiendo doce puntos porcentuales del PIB. Pese a ello, esa bajada fue insuficiente para borrar el aumento provocado por la pandemia.
Marinela Orfanides, socia directora de Coventina, afirma que estos niveles de deuda son “normales”. Esta experta señala que estas cifras se deben a la cantidad de estímulos por parte de todos los estados para recuperar parte del parón económico que hubo en el mundo por la pandemia y a la guerra de Ucrania.
“Estos números se deben a darle a la máquina para emitir dinero porque si no hubiéramos entrado en una crisis muy profunda que hubiera dado un parón a todo el mundo y eso ha hecho que los niveles de deuda estén por encima de los ratios habituales”, señala Orfanides.
El papel de China
El gigante asiático ha desempeñado un rol fundamental en el incremento de la deuda mundial en las últimas décadas, debido principalmente a que el endeudamiento ha superado el crecimiento económico del país. La deuda como porcentaje del PIB se acerca progresivamente a las cifras de Estados Unidos. En cuanto a la deuda de las empresas no financieras, el 28% de China es el que país que lidera la clasificación.
Ignacio Cantos, director de inversiones de AtlCapital, resta importancia a la deuda que tiene China porque reconoce que la mayor parte proviene de inversiones en el extranjero, pero le preocupa el problema demográfico que tiene el gigante asiático porque de “20 a 30 años sí que puede ser un problema grave” en el mapa geoestratégico.
Este experto critica los altos niveles de deuda que tiene Estados Unidos, pero reconoce que por el momento no es preocupante porque siempre hay ciudadanos que compran esa deuda porque saben la importancia del país del que proviene.
La deuda de aquellos países que se encuentran en vías de desarrollo también aumentó en los últimos 20 años. Más de la mitad de los países con menor desarrollo económico de renta baja se hallan con dificultades de endeudamiento, y cerca de una quinta parte de los mercados emergentes tienen bonos que cotizan a niveles problemáticos.
Niveles históricos de deuda
Cifras previas a la pandemia, la relación entre la deuda pública y el PIB mundial aumentó durante varias décadas. La deuda mundial se triplicó desde mediados de la década de 1970 hasta llegar al 92% del PIB a finales de 2022. Respecto a la deuda privada, también se triplicó hasta alcanzar el 146% del PIB en relación a 1960.
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