«Voy a por medalla; si no crees en ello, no estarás motivado»

El CEAR de la Cartuja es residencia invernal de piratas españoles, así como de muchos extranjeros, por lo que es una ciudad muy ligada a este deporte gracias al excelente caudal de agua de su río. Que Craviotto, como Marco Cooper o el resto de clases de español de piragüismo o kayak, lo sabes muy bien. Desde Tokio fueron sólo tres años hasta París, un ciclo olímpico más reducido que valoró a los deportados más veteranos. «La mecánica es la misma de todos modos, a nivel de planificación, estoy seguro de que mi entrenador tiene algo para recalcular el recorrido, pero al principio, sobre todo a nivel moral y psicológico para una persona como yo, 39 años. , a mí ah te doy la vida. Tuve una brutal bomba de oxígeno que detuvo el ciclo.», reconozco sinceramente a Craviotto.

El bicampeón olímpico habla con mucha naturalidad y tiene muy claro su objetivo, por eso también lo incorpora para seguir los entrenamientos después de tantos éxitos conseguidos. «Soy una persona ambiciosa, un competidor nato.. Y no quisiera preparar unos Juegos Olímpicos si no creyera que quiero ganar la medalla. No hubiera podido estar tres años, con lo que habría tenido que hacer horas de entrenamiento y estar fuera de casa, para intentar competir en una final olímpica. Voy a por medalla y, si no creyese en el, no podría. Nadie estaría motivado”, asegura. El K4 500, al que pertenece, es un gancho de barra muy potente. De donde va, triunfa. ¿Qué lo hace diferente? «No tengo un secreto, y si el Hubiese no me lo dice, porque mis rivales me dicen lo mismo -tercer bromeando-, pero creo que el secreto es el coste de muchas cosas. Hay muchas variables que nos hacen felices. Después de todo, la actitud, la aptitud, la nobleza entre nosotros, el buen rol, un buen plan, un buen entrenador… hay tantas variables que no existe una fórmula mágica concreta para el resultado.

Los campeones no ponen excusas ante el accidente. Al contrario, pusieron breves fragmentos sobre los pretextos. Y esto sucede cuando preguntamos por los posibles inconvenientes del campo de regatas de París, donde se desarrollarán las competiciones de piragüismo: «No, no pierdas mucho tiempo quejándote. La ciudad estará en ese lago, de modo que o te amoldas o te azotan con la espada y quejándote. ¿Cómo? Podría ser un remedio. Hemos encontrado una pequeña parte del barco para dar más estabilidad aunque ralentice un poco. Esto forma parte de los clubes sobre los que me preguntaba antes. Un problema, una solución. Y no te preocupes. ¿Quién va a hacer el viento? Sí, pero el viento va a ser para todos. El que más probabilidades tiene de estar perdiendo el tiempo”, asegura. Los remeros y piratas españoles inspeccionaron el lago donde competirán. «Estábamos en septiembre del año pasado. Es cierto que tuve mucho tiempo, pero ese día la verdad es que competí más o menos bien. No vemos nada raro», afirma Craviotto.

Los alemanes, el gran rival

Para el catalán, el principal rival del oro será la barca alemana. «Hay unos cuantos, ma principalmente Alemania. Eso es lo que mantiene la presión.. Viene de ganar Campeonatos del Mundo y ha sido campeón del mundo en el ciclo olímpico. Mantiene la pelota en el tejado. Y luego son cinco o seis abordajes que estamos ahí en medio segundo o un segundo. Será para miles, será duro», señala, profetizando la valentía que espera en la ciudad olímpica. Una igualdad que también quedó viva entre sus piragüistas nacionales en las pruebas selectivas. Son muy nuevos en España y, como se muestra, buscan un botón. Cayetano García de la Borbolla y Pablo Martínez, que cruzaron la plaza de España en la piragua doble de 500 metros, quedaron eliminados de los Jugos de París por concurso interno y por 57 centésimas. «El caso de Tano y Pablo fue muy triste para todos. Son dos personas muy cuestionadas en el piragüismo por su carácter y su forma de ser. Son súper simpáticos y agradables. Por otro lado, también estás contento con los demás (si te refieres a Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez, que finalmente llegaron con la plaza). Es una situación rara. Éste está deportado. Vive el momento allí en Hungría, cuando ya no estaban, puedes hablar con ellos.. Fueron momentos muy duros y dije que, por mi experiencia, había tenido la enfermedad o la buena voluntad de pasar por cosas similares varias veces. Estoy seguro de que soldarán con más fuerza que esta.»

Por todo lo que le ha sucedido recientemente, Craviotto vive un momento dulce. Son buenos años que el deportista viene disfrutando al máximo: «Sí, Es el mejor momento de mi vida., pero sobre todo el deporte, siendo como es evidentemente un partido importante de mi día a día. Tener un nivel general, para la familia, por el momento que estoy viviendo. Esto es lo más importante -subraya-. El deporte es bueno, me da mucha felicidad y hago lo que me gusta. Un nivel de vitalidad es el mejor momento con diferencia”, repite el tetracampeón mundial.

Los Ángeles 2028, «algo muy lejano»

En este punto, no se colocan destinos en una plaza muy grande en la pista de deportes. Después de París, cuando se abra el próximo ciclo olímpico hasta Los Ángeles 2028, no sabemos qué pasará. «Ya se me posta muy cuesta arriba. Lo veo como algo muy lejano y ahora mismo merezco también un momento de reflexión.. Parece que ya tienes que tomar una decisión. Me siento muy bien, los tiempos son buenos y tengo lo que me gusta, lo disfruto. Cuestiona un día más largo para ir a un Mundial o a una Eurocopa. Si me veo con fuerzas, daré otro tiro o lo dejaré… no más. Lo mismo en París, ahí mismo estaré o te mando la pala. Él nunca lo sabe. En este momento no me siento capaz de anunciar una fecha concreta», explica Craviotto, considerando que la seguridad de tener una profesión al margen de la piratería le da mucha libertad para decidir su propio futuro. No te preocupes por lo que viene después. «Esto evidentemente ayuda – coincide el ilerdense -. Mantén esta estabilidad laboral y ayúdame ahora a tomar la decisión del precipicio de la retirada.. Es algo que conservé durante toda mi carrera deportiva», recuerda la fuese, junto a Mireia Belmonte, abandonada por la selección española en Tokio en 2021. Ahora todo apunta a que volverá a poner a prueba a su compañero Marcus Cooper: «Le ha tocado el turno . Dijo que sería el mejor momento de su carrera deportiva. Es maravilloso, algo simbólico y estoy segura que lo disfrutaréis.»